sábado, 13 de octubre de 2012

Polo - El inicio de la hegemonía

Por Martín Estévez

Hace exactamente cincuenta años, en 1961, Coronel Suárez ganaba el Campeonato Argentino Abierto. Iniciaba una nunca superada hazaña: lograr diez títulos consecutivos.

La temporada 1961 del polo argentino fue el prólogo de una larga historia: la hegemonía, el dominio total de Coronel Suárez. Ese año, apuntalado por Juan Carlos Harriot (hijo), el equipo obtuvo el Campeonato Argentino Abierto, el primero de los diez consecutivos que ganaría hasta 1970, articulando la mayor seguidilla de la historia. Como es tradición, retrocedemos cincuenta años y los invitamos a recorrer la cobertura que El Gráfico hizo de aquella temporada.

Mediocridad individual, incapacidad colectiva
Ése es el fuerte título de la nota publicada el 30 de agosto de 1961, en la que Diego Bonadeo hacía referencia al Trofeo Springbok: “Si comparamos los equipos que lo disputaron este año con los de años anteriores, el único calificativo que cabe es el de muy malo”. Los resultados de los partidos a veces no eran mencionados; la información se centraba en el nivel de juego. En un epígrafe descubrimos que Civiles (Fernando Santamarina, Eduardo Heguy, Armando y Francisco Braun) derrotó 11-3 a Militares en San Isidro.

El siguiente artículo fue publicado el 13 de septiembre. “Capdepont impuso su modalidad”, dice el título. Es interesante advertir cómo Diego Bonadeo reconoce su fallida predicción: “Los Indios ganó sin sobresaltos la copa República Argentina. El Trébol (antes del partido creíamos que sería vencedor) dejó suelto al jugador que demostró ser el más barato (5 de clasificación) del torneo: Gabriel Capdepont”.

Preferimos a Santa Mora
Ese título, publicado el 20 de septiembre, sería extraño en el periodismo falsamente neutro de la actualidad porque no encubre la opinión y postura editorial. ¿A qué se refiere? A lo que sucedió en la Copa Cámara de Diputados. “Pese a su amplio triunfo sobre Chapaleufú, Los Indios ‘B’ no alcanzó el nivel de juego de Santa Mora en el partido que este equipo perdió, inexplicablemente, con el ganador de la copa en una de las semifinales”. La final terminó 7-2 y el segundo equipo de Los Indios se coronó pese a que El Gráfico “prefería a Santa Mora”.

Fuerza y velocidad: juego todavía no
“Si Santa Ana alcanza el nivel de juego-conjunto de 1960 será difícil de vencer”, decía el texto que acompañaba al título, y que terminaba con un juego de palabras ¿casualmente? humorístico: “Baibiene, un gran jugador que vuelve”. Tras la Copa Emilio de Anchorena, ganada por Santa Ana, se lanzaba una premonición: “El team de Dorignac-Cavanagh tiene lo suficiente para ganar cualquier torneo abierto... a menos que le toque enfrentar a Coronel Suárez”.

Siete días después, el 25 de octubre, se publicó un artículo sobre el Abierto de Los Indios. “Después del excelente partido que Coronel Suárez jugó frente a Los Ranchos en el match semifinal, las posibilidades de Tortugas se limitaron bastante. Pero en el match final del domingo, uno de los peores que recordamos haber visto entre equipos de 18 de valorización, Coronel Suárez decepcionó”. Aunque no lo parezca, Coronel Suárez había sido el campeón.

Difícil para Santa Ana
El Campeonato Argentino estaba en marcha y, el 29 de noviembre, El Gráfico publicó una nota luego de la primera fecha, en la que Santa Ana había derrotado a La Alicia, y Coronel Suárez a Tortugas. “Tal como se ha venido desarrollando hasta ahora el Campeonato Argentino Abierto, Coronel Suárez debiera ser campeón”, dice el texto, que contiene una fuerte crítica arbitral: “Mal los referees, especialmente Tanoira, que indudablemente no está para dirigir este polo. Vive metido entre los caballos, y cobra por eco del otro referee”.

“Regularidad de Tortugas, brillante ímpetu de Santa Ana”. Fue el título luego de la segunda fecha, en la que Tortugas le ganó a Santa Ana y Coronel Suárez derrotó a La Alicia. “La sorpresa en el campeonato actual es que Tortugas, con 27 goles de hándicap, supere a Coronel Suárez o Santa Ana, con 31 y 30, respectivamente. Con Coronel Suárez la sorpresa estuvo cerca; ante Santa Ana, Tortugas alcanzó el triunfo”.

Coronel Suárez ratificó sus virtudes ante un Santa Ana desorganizado
Ése fue el largo título del 13 de diciembre. “El team de los Harriott se clasificó campeón argentino al vencer 14 a 4 en el último match”, escribía Ricardo Frascara. “El título de campeón argentino de 1961 quedó en poder del mejor equipo. Indiscutible. Pocos serán los que duden que Coronel Suárez es el único de los cuatro finalistas con capacidad como para lucir un título tan rico en nombres a través de sus 68 años de historia (...). La máquina que citamos, como estamos acostumbrados a verlo, fue conducida con mano firme y serena por Juan Carlos Harriott, hijo (...). Al lado de él actuó la revelación: Daniel González”. Horacio Heguy y Juan Carlos Harriott padre completaron el cuarteto campeón.

Las últimas de las 19 páginas que El Gráfico le dedicó a la temporada 1961 fueron publicadas el 20 de diciembre. “Tortugas obtuvo el premio que merecía”, se escribió luego de que Carlos Torres Zavaleta, Carlos de la Serna, José María Torres Zavaleta y Nicolás Ruiz Guiñazú ganaran la Copa Provincia de Buenos Aires.

PUBLICADO EN EL GRÁFICO POLO Nº319 (NOVIEMBRE DE 2011)

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